Letra en latín ▼
Fue en un pueblo con mar una noche después de un concierto tú reinabas detrás de la barra del único bar que vimos abierto, cántame una canción al oído y te pongo un cubata con una condición, que me dejes abierto el balcón de tus ojos de gata. Loco por conocer los secretos de tu dormitorio esa noche canté al piano del amanecer todo mi repertorio. Los clientes del bar, uno a uno, se fueron marchando tú saliste a cerrar, yo me dije, cuidado chaval te estás enamorando. Luego todo pasó de repente, tu dedo en mi espalda dibujó un corazón y mi mano le correspondió debajo de la falda. Caminito al hostal nos besamos en cada farola era un pueblo con mar, yo quería dormir contigo y tú no querías dormir sola. Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una, y las dos y las tres y desnudos al anochecer nos encontró la luna. Nos dijimos adiós, ojalá que volvamos a vernos, el verano acabó, el otoño duró lo que tarda en volver el invierno. Y a tu pueblo el azar, otra vez, el verano siguiente me llevó y al final del concierto me puse a buscar tu cara entre la gente y no hallé quien de ti me dijera ni media palabra parecía como si me quisiera el destino gastar una broma macabra. No había nadie detrás de la barra del otro verano y en lugar de tu bar, me encontré una sucursal del banco hispanoamericano, tu memoria vengué, a pedradas contra los cristales, sé que no lo soñé, protestaba mientras me esposaban los municipales; en mi declaración alegué que llevaba tres copas y empecé esta canción en el cuarto donde aquella vez te quitaba la ropa. | In maritimo oppido erat, nocte post concentum, regnabas post asserem popinae quam apertam vidimus, cane mihi ad aurem cantum et potionem tibi pono, una condicione, sine maenianum apertum tuorum felinorum oculorum. Demens cognoscendi tui cubiculi secreta illa nocte in plectrocymbalo primae lucis omnem meum repertorium cecini. Popinae clientela singula abierunt, existi ad claudiendum, dixi mihi, cave puer, in amorem incides. Postea omnia subito accidit, tuus digitus in meo tergo cor delineavit , et meus manus eam respondit sub castula. In itinere deversorii oscula iunximus quaque lanterna, maritimum oppidum erat, dormire tecum volebam et tu dormire sola nolebas. Et audimur hora decima et undecima, et duodecima, et prima et secunda et tertia, et nudi cum advesperascit luna nobis deprehendit. Valediximus, utinam ne revissemus, aestas confecit, autumnus duravit usque hiems revertit, Et ad tuum oppidum fortuna rursus postera aestate vexor, et concento concluso coepi quaerere tuam faciem ex multitudine et nemo invenit qui nihil novi certior fit de te videbatur quasi fatum iocum illiberalem egere vellet, Nemo est post asserem alterae aestatis, et pro tua popina, officinam Hispani-Americani argentariae invenit, tuam memoriam vindicavi, lapidis ictis, contra vitrariam, scio non somnium non fuisse, reclamavit dum municipalis custodia manicas mihi iniciebat In confessione praetexui semigravem esse et hunc cantum incepi in cubiculo ubi postrera tempore tuam vestem deripui. |
Letra en latín: Ángel Luis Gallego Real
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