Parece que las luchas entre gladiadoras eran espectáculos muy poco comunes en Roma, sin embargo, según un nuevo estudio, el análisis de una estatua demuestra que las mujeres luchaban en los antiguos anfiteatros.
La estatua de bronce es la segunda representación conocida de una mujer gladiadora, según el director del estudio Alfonso Mañas, de la española Universidad de Granada. La otra representación de mujeres gladiadores es un relieve del siglo I o II d.C. descubierto en Bodrum (Turquía), y que ahora se encuentra en el Museo Británico.
La obra, de 2000 años de antigüedad y que se encuentra en el Museum für Kunst und Gewerbein de Hamburgo, muestra a una mujer con el pecho descubierto blandiendo un objeto que parece ser una espada corta curva.
Mañas cree que se trata de una sica, un tipo de espada relacionada con los gladiadores tracios. Estos gladiadores, sin embargo, también llevaban casco, escudo y espinilleras. La espalda, sin armadura, era la parte del cuerpo más vulnerable.
Con anterioridad los expertos pensaron que el objeto curvo era un strigil, una herramienta que los humanos utilizaban para su higiene. Sin embargo, según Mañas, la postura de la mujer no apoya esta teoría. Si se estuviera lavando, «no tendría sentido que levantara la herramienta mirando el suelo», defiende Mañas. Además «tiene cubierta la zona genital. Si se estuviera lavando estaría completamente desnuda».
El brazo levantado y la cabeza hacia abajo representan «un típico gesto de victoria de los gladiadores» en el arte romano. Mañas encuentra también explicación a la ausencia de escudo o casco. Al final de las luchas, «se quitaban el casco para mostrar a los espectadores la cara del ganador», explica. «Y también tiraban el escudo al suelo».
En cuanto al pecho desnudo, también se trataba de una norma para los gladiadores. «Tanto las mujeres como los hombres debían luchar a pecho descubierto». Sin embargo, puesto que la mayoría de los espectadores eran hombres, quizá hubiera otra razón por la que las mujeres luchaban semidesnudas. En la revista International Journal of the History of Sport, Mañas explica: «Sin duda, el aspecto de las mujeres gladiadoras también debía causar un impacto erótico en los espectadores».
El pequeño número de hallazgos en este sentido sugiere que se organizaban pocos espectáculos de este tipo con mujeres, a pesar de que son mencionados por los escritores romanos.
Hay testimonios de luchas entre mujeres gladiadoras en Roma, y de acuerdo con el historiador del siglo I Suetonio, el Emperador Domiciano hacía luchar a las mujeres de noche, iluminadas por antorchas. En el año 200 d.C, otro emperador, Septimio Severo, prohibió la lucha entre mujeres.
Mañas reconoce que se desconoce el origen de la estatua de Hamburgo, aunque «corresponde al estilo de la península itálica del siglo I d.C».
Nationalgeograhic.es
La estatua de bronce es la segunda representación conocida de una mujer gladiadora, según el director del estudio Alfonso Mañas, de la española Universidad de Granada. La otra representación de mujeres gladiadores es un relieve del siglo I o II d.C. descubierto en Bodrum (Turquía), y que ahora se encuentra en el Museo Británico.
La obra, de 2000 años de antigüedad y que se encuentra en el Museum für Kunst und Gewerbein de Hamburgo, muestra a una mujer con el pecho descubierto blandiendo un objeto que parece ser una espada corta curva.
Mañas cree que se trata de una sica, un tipo de espada relacionada con los gladiadores tracios. Estos gladiadores, sin embargo, también llevaban casco, escudo y espinilleras. La espalda, sin armadura, era la parte del cuerpo más vulnerable.
Con anterioridad los expertos pensaron que el objeto curvo era un strigil, una herramienta que los humanos utilizaban para su higiene. Sin embargo, según Mañas, la postura de la mujer no apoya esta teoría. Si se estuviera lavando, «no tendría sentido que levantara la herramienta mirando el suelo», defiende Mañas. Además «tiene cubierta la zona genital. Si se estuviera lavando estaría completamente desnuda».
El brazo levantado y la cabeza hacia abajo representan «un típico gesto de victoria de los gladiadores» en el arte romano. Mañas encuentra también explicación a la ausencia de escudo o casco. Al final de las luchas, «se quitaban el casco para mostrar a los espectadores la cara del ganador», explica. «Y también tiraban el escudo al suelo».
En cuanto al pecho desnudo, también se trataba de una norma para los gladiadores. «Tanto las mujeres como los hombres debían luchar a pecho descubierto». Sin embargo, puesto que la mayoría de los espectadores eran hombres, quizá hubiera otra razón por la que las mujeres luchaban semidesnudas. En la revista International Journal of the History of Sport, Mañas explica: «Sin duda, el aspecto de las mujeres gladiadoras también debía causar un impacto erótico en los espectadores».
El pequeño número de hallazgos en este sentido sugiere que se organizaban pocos espectáculos de este tipo con mujeres, a pesar de que son mencionados por los escritores romanos.
Hay testimonios de luchas entre mujeres gladiadoras en Roma, y de acuerdo con el historiador del siglo I Suetonio, el Emperador Domiciano hacía luchar a las mujeres de noche, iluminadas por antorchas. En el año 200 d.C, otro emperador, Septimio Severo, prohibió la lucha entre mujeres.
Mañas reconoce que se desconoce el origen de la estatua de Hamburgo, aunque «corresponde al estilo de la península itálica del siglo I d.C».
Nationalgeograhic.es
0 Comentarios:
Publicar un comentario