Entrada publicada por Susana, Andrea Carolina y Eveline, 1º de Bachillerato
1. PRIAMO, fue el rey mítico en la época de la Guerra de Troya. Fue el único hijo de Laomedonte y de la ninfa Estrimón y padre de Héctor, Paris, Casandra, Creusa y Polixena.
Príamo suplicando a Aquiles, Ivanov 1824 Galería Tretyakov (Moscú) |
2. LA LEYENDA DE ENEAS
Eneas atendido por Yapige - Museo Arqueológico de Nápoles |
3. LA HISTORIA DE REA SILVIA
Amulio enterado de ello, y para que no pudiesen interferir en su poder, ordena que los niños sean lanzados al río Tíber. Pero la corriente los deja en la orilla, al pie del monte Palatino. Los pequeños fueron amamantados por una loba, Lupercal, y más tarde recogidos por el pastor Fáustulo y cuidados por su mujer, Aca Larentia.
Marte y Rea Silvia, Rubens, Liechtenstein Museum,Vienne |
4. LA HISTORIA DE RÓMULO Y REMO
Cuando Romulo y Remo crecieron descubrieron su origen, por lo que regresaron a Alba Longa, mataron a Amulio y ponen de nuevo en el trono a su abuelo Numitor. Éste les entregó territorios al noroeste del Lacio. Los dos hermanos decidieron fundar una ciudad, en una llanura del río Tíber, donde crecieron. Para decidir quien reinaría consultaron a los auspicios el primero que viese un mayor numero de buitres reinaría. Rómulo subió al Palatino, Remo al Aventino.
Remo fue el primero en recibir un augurio, vió seis buitres, un poco más tarde Rómulo vió doce e inmediatamente se creo una discusión, Remo había visto el augurio, pero Rómulo había visto mas buitres. Se originó una violenta disputa entre los hermanos y Remo cayó herido de muerte.
P.P. Rubens - Rómulo y Remo |
4. EL RAPTO DE LAS SABINAS
Según la leyenda, en la Roma de los primeros tiempos la población era masculina. Para solucionar esto, Rómulo, organizó unas pruebas deportivas a las que invitó a los pueblos vecinos, pero los de una población, la Sabina, fueron especialmente voluntariosos y acudieron a Roma con sus mujeres e hijos y precedidos por su rey. Comenzó el espectáculo de los juegos y, a una señal, cada romano raptó a una mujer, y luego echaron a los hombres. Los romanos intentaron aplacar a las mujeres convenciéndolas de que sólo lo hicieron porque querían que fuesen sus esposas, y que ellas no pudieran menos que sentirse orgullosas de pasar a formar parte de un pueblo que había sido elegido por los dioses. Las sabinas pusieron un requisito a la hora de contraer matrimonio: en el hogar ellas solo se ocuparían del telar, sin verse obligadas a realizar otros trabajos domésticos, y serían las que gobernarán en la casa. Los sabinos, atacaron a los romanos, a los que fueron acorralando en el Capitolio. Para lograr penetrar en esta zona, contaron con la traición de una sabina, Tarpeya, que les franqueó la entrada a cambio de los brazaletes. Añorando a sus mujeres, aceptaron el trato, pero, en lugar de joyas, la aplastaron con sus pesados escudos, . La zona donde, tuvo lugar tal asesinato, recibió el nombre de Roca de Tarpeya, desde la cual se arrojaba a los convictos de traición. Cuando se iban a enfrentar en lo que parecía ser la batalla final, las sabinas se interpusieron entre ambos combatientes para que dejasen de matarse porque si ganaban los romanos perdían a sus padres y hermanos, y si ganaban los sabinos perdían a sus maridos e hijos. Las sabinas lograron hacerlos entrar en razón y finalmente se celebró un banquete para festejar la reconciliación.
Poussin, Nicolás - El rapto de las mujeres sabinas |
Lucio Tarquinio usurpa el poder en Roma tras haber asesinado a su suegro. Durante la invasión de Ardea los nobles que acompañan a Tarquinio alaban la castidad de sus mujeres, entre ellos destaca Colatino esposo de Lucrecia. Para comprobar el comportamiento de sus esposas, los nobles entran en Roma sin previo aviso, todas las mujeres están de fiesta o de baile menos la bella Lucrecia que se ha quedado en casa con sus doncellas. Sexto Tarquinio, hijo del Rey, queda prendado de la belleza y virtud de Lucrecia y se presenta al día siguiente en casa de Lucrecia, ella le da una inocente bienvenida pero Sexto la viola. Lucrecia escribe a su padre y a su esposo y les exige venganza, después se quita la vida para limpiar su honor. Los romanos exilian a la familia de los Tarquinos y la Monarquía se acaba, dando paso a la República.
La muerte de Lucrecia, Rosales, 1871 |