NOVELA HISTÓRICA: BIOGRAFÍAS DE LA DINASTÍA JULIO-CLAUDIA

EL DIVINO AUGUSTO,  Philipp Vandenberg

Al pie de la estatua de mármol de Augusto se leía la inscripción: Imperator Caesar Augustus Divi Filius. Un aciago día, un rayo fundió la C de César, entonces el oráculo auguró que al emperador sólo le quedaban cien días de vida. Augusto, profundo creyente de profecías y portentos, es ya un anciano, ha perdido a su único hijo, ha enterrado a sus amigos y rememora lo que ha sido su existencia junto con sus más recónditos pensamientos en una serie de escritos que numera a partir de cien, en orden descendente: uno por cada día que le queda de vida. En el primero exclama: `Dadme cicuta contra la locura que ataca la excitable estirpe de los poetas.`

TIBERIO, Allan Massie

Tácito y Suetonio describieron a Tiberio como un monstruo, un ser sumido en el vicio y culpable de todo tipo de atrocidades. Gilles de Rais, el asesino de niños, proclamaba haberse inspirado en èl. Por otra parte, Plinio dijo que era ¨el más triste de los hombres¨. Mommsen, el gran historiador alemàn, lo consideraba uno de los emperadores más capaces. Tiberio sigue siendo un enigma: un gran general, un gobernante prudente que, para asombro de los romanos, dejò las riendas del poder y se retirò a la isla de Capri. Tácito describiò sus ùltimos años como un reinado del terror; sin embargo, Tiberio fue hasta el final un administrador concienzudo y eficaz. Allan Massie ha reconstruido la autobiografìa perdida de Tiberio. El emperador que no creyò nunca en el imperio habla por sì mismo. A medida que relata la historia de su vida, sus relaciones con Livia y con Augusto, con sus dos mujeres, con Sejano, su protegido, y con los miembros más jòvenes de la familia imperial, Germánico, Agripina y Calìgula, se revela como un hombre orgulloso, retraìdo, discreto, frecuentemente desgraciado y rencoroso, impelido màs por el sentido del deber que por la sed de mando. Tiberio es a un tiempo el relato de una tragedia personal, un estudio sobre la naturaleza del poder y una historia fascinante.

CALÍGULA, Paul-Jean Franceschini y Pierre Lunel

Cayo Julio César Germánico se convierte en emperador romano el año 37 d.C. Inteligente y cultivado, aunque acomplejado por su físico, tiene dos grandes pasiones: el teatro y Drusila, la más bella de sus hermanas. Calígula comienza su reinado adulado por los romanos y las legiones.  Durante su periodo como emperador (37-41 d. C.), encontraremos a un déspota e insensato que adora a su caballo como a un dios, pero también a un joven príncipe que sustituye la imagen seria de su antecesor, el emperador Tiberio. Esta dualidad que lo rodeó de misterio no desaparecerá ni el día de su muerte. Ésta cumplió el canon de delirio que había teñido su vida, y pocos dieron crédito a su asesinato, pues se pensó que todo obedecía a un rumor difundido por el propio Calígula para sondear los sentimientos de su pueblo. Nada extraño si tenemos en cuenta las excentricidades que rodearon a su breve -tenía 28 años cuando murió- pero intensa vida.

YO CLAUDIO, Robert Graves

La historia narra con simpatía la vida de Claudio, cuarto emperador romano, desde su nacimiento hasta que se convierte en emperador, y al hacerlo trata cínicamente la historia de la dinastía Julio-Claudia y el Imperio romano, desde el asesinato de Julio César en el año 44 a. C. hasta el asesinato de Calígula en el año 41 d. C. La interpretación de Graves se debe en gran medida a las historias de Tácito, Plutarco y (especialmente) Suetonio. Graves tradujo a Suetonio antes de escribir la novela. Se centra en las intrigas familiares (asesinatos, destierros y alianzas) y en cómo el protagonista, Claudio, aparentemente menos dotado, llegó a convertirse en gobernante del Imperio romano.

CLAUDIO EL DIOS Y SU ESPOSA MESALINA,  Robert Graves

Continuación de “Yo Claudio”; en esta segunda parte el emperador tartamudo, tullido, despreciado por sus sanguinarios parientes (como su sobrino Calígula), va sobreviviendo a  todos enemigos, acompañado por su lasciva esposa Mesalina, hasta caer asesinado a manos de Agripina, la madre del emperador Nerón.

MESALINA EMPERATRIZ Y ESCLAVA DEL PLACER, Violaine Vanoyeke  y Guy Rachet

Aunque era una joven de noble linaje -descendía de Marco Antonio y de Octavia, hemana del emperador Augusto-, Mesalina no vivió una infancia esplendorosa. En su adolescencia, Simón el Mago le predijo un destino imperial en compañía de Claudio. Se desposa con él y, en el 41, al ser asesinado Calígula, la predicción del mago se cumple; Claudio alcanza el poder imperial y la joven de dieciséis años se convierte en emperatriz.  Mesalina utilizará su temible audacia para satisfacer una pasión carnal legendariamente insaciable, que le conducirá hasta la prostitución... y la muerte.
Violaine Vanoyeke y Guy Rachet nos relatan los entresijos de la fabulosa leyenda negra creada en tomo de Mesalina y recrean la vida de esa implacable mujer a quien cegó su odio a Agripina, la madre del joven Nerón~ interviniendo decisivamente en la dirección del gobierno. lllega alcanzar la más alta dignidad de la antigua Roma, se convirtió fatalmente en esclava de sus propios deseos.

ROMA DESPUÉS DEL INCENDIO, Allan Massie

Allan Massie, se centra en esta ocasión en los últimos días de Nerón, en la rebelión de Julio Vindex, Sulpicio Galba y Salvio Otón, la revuelta de Judea, las intrigas de la familia Flavia para convertir a Vespasiano en emperador, las luchas entre los hombres de Vitelio y los de Otón por las calles de Roma, la llegada al poder de Vespasiano... unos años convulsos que marcaron el desarrollo del imperio. Desde la muerte de Robert Graves, nadie había reproducido la Roma antigua con tanta fuerza y vigor narrativo.

MEMORIAS DE AGRIPINA (LA ROMA DE NERÓN), Pierre Grimal

Por momentos resulta complicado entender la trama de Memorias de Agripina, pero no porque sea una historia complicada sino porque básicamente entre los personajes que rodean a Agripina la célebre madre de Nerón, hay tantos con el mismo nombre que hay que mantener la concentración para no confundir a unos con otros. Ella misma llevaba el mismo nombre que su madre Agripina y para distinguirlas en su momento, los romanos la llamaron “Agripina La Menor”; en realidad había pocas diferencias entre la mayor y la menor, pues de su madre heredó Agripina el orgullo de ser descendiente de Antonio y Octavia y la ambición de poder , hasta tal punto que se convirtieron en obsesiones para cuya consecución no reparó ni en la moral ni la en compasión. En esta novela basada en las muchas referencias históricas que sobre el carácter de Agripina, Claudio, Cayo (Calígula), y Nerón existen, Pierre Grimal construye en primera persona la historia de la hija de Germánico, las memorias de una vida marcada por la ambición desmedida, el desprecio de la moral y la frialdad.