Hubo un silencio. Parecía que el propio nombre, la propia palabra, Troya, al expandirse por el aire, lo hacía irrespirable y lo envenenaba. También callaron todos los que se hallaban alrededor, que habían estado escuchando. Les recorrió un escalofrío (pág. 10).
Alicia Esteban Santos, Profesora Titular de Griego de la Universidad Complutense de Madrid, despierta a Homero, paseando por el emplazamiento de la antigua Troya −ahora la nada− para que narre las historias de los protagonistas de la guerra más grande de todos los tiempos. La novela se presenta como una narración de los pasajes más memorables del poema épico homérico, La Ilíada, pero con una mayor introspección en las psicologías femeninas y en la humanidad de los héroes. Las mujeres griegas hablan esta vez con mayor claridad, el aedo pierde en parte su tono épico y se centra más en los hechos humanos que en las hazañas gloriosas, habla entre amigos. Las cautivas de guerra −Criseida y Briseida−, la mujer a la que todos han culpado de la guerra −¡Helena!−, Andrómaca, despidiéndose homéricamente entre sonrisas y lágrimas…
Todo este análisis de los personajes femeninos míticos parte de una gran labor investigadora por parte de la autora, que ha escrito numerosos artículos de investigación sobre las mujeres de la mitología griega, en una serie de artículos, titulada «Heroínas de la mitología griega» en Cuadernos de Filología Clásica: Estudios griegos e indoeuropeos (http://revistas.ucm.es/index.php/CFCG). Este conocimiento de muchos de los personajes femeninos que desfilan por el poema épico le ha permitido recrear con gran fidelidad los sentimientos de estas mujeres, amadas, deseadas, utilizadas, esclavizadas…
Su pueblo, destruido. Su familia, muerta…Sólo existe la alternativa de vivir o morir. A ella no le había correspondido morir todavía. Parece que no estaba fijado así su destino. Quizás vivir era peor, en sus circunstancias extremas. Pero… es lo que le había tocado en suerte.
Briseida se dejaba llevar, mientras iba llorando, suavemente. Después, ya en la tienda, se dejó desnudar, se dejó acariciar… (pág. 287).
No obstante, también los héroes que desfilaban por los hexámetros del poema homérico aparecen de nuevo, no sólo recreados en el fragor de la batalla, sino en el amor, la tristeza o la compasión. Sentimientos humanos a los que no son ajenos los grandes héroes y con los que ya el poema griego era especialmente sensible:
Aquiles salió de la tienda. Ni miró a Briseida. No miraba, no veía. Como una nube oscura y espesa estaba envolviéndolo en sus alas: la noche… Pero no, aún no había caído la noche. Era la ira –la ira casi de un dios− que zumbaba en torno a él. Enjambres de avispas que le aguijoneaban entero, cada parte de su orgullo y de su corazón (pág. 41).
Como complemento a la novela los episodios narrados van acompañados de catorce imágenes obtenidas de diferentes vasijas griegas con algunos de los episodios más importantes de la Ilíada: Helena y Paris, la despedida de Héctor y Andrómaca, la lucha entre Héctor y Ayante, el cadáver de Patroclo, Tetis recibiendo de Hefesto las nuevas armas de Aquiles, etc.
Esta excelente novela es por todo ello una obra muy recomendada para todos aquellos que se acercan a la Ilíada por primera vez y tal vez su tono épico no les permite vislumbrar la modernidad del poema y la gran humanidad de sus personajes. La considero muy recomendable para una primera lectura de la Ilíada en segundo curso de Bachillerato.
Al mismo tiempo es una interesante propuesta para los conocedores del poema homérico que quieran disfrutar con la reescritura de ciertos pasajes o con la amplificación de algunos episodios que Homero dejaba tan sólo perfilados. En definitiva, para todos aquellos que quieran redescubrir a Homero…
Alejandro Cantarero de Salazar
Si queréis haceros con este libro podéis adquirirlo a través de la web de la propia editorial o en la de la casa del libro; pero, si vivís en Madrid y queréis disfrutar de una tarde encantadora en una de las zonas más bonitas y más de moda, podéis pasaros por la librería Mujeres&Compañía, en el número 4 de la calle de la Unión, en pleno barrio de Ópera y allí encontraréis casi todas las obras de esta autora, profesora y maestra de filólogos (Ya no existe Troya, los cuentos y obras de teatro de tema mitológico y los imprescindibles tomos de iconografía de la Mitología griega).
1 Comentarios:
Es un libro que está muy bien y debería ser obligatorio, en lugar de tanta tontería de novela juvenil que nos hacen leer. Hay otros libros de mitología que ha publicado esta señora y que también están muy bien.
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