El 85% de los estudiantes no tiene un buen método de estudio, según ha podido comprobar el Instituto Pascal durante sus más de 35 años de vida dedicados a la investigación de estrategias de aprendizaje y desarrollo de la inteligencia.
Y es que, tal y como comenta su fundador, José Pascal, si queremos obtener grandes resultados a la hora de estudiar debemos tener en cuenta varios factores que pueden condicionar nuestra eficacia. El primero son los factores personales: autoestima, motivación, fijar metas claras... El segundo, factores ambientales: uso individual o compartido del lugar de estudio, ergonomía adecuada, buena iluminación, distractores lo más alejados posible, etc. Y el tercero, factores instrumentales, es decir, saber planificar y organizar el tiempo del que disponemos y poner en práctica el método de estudio.
Los siete pasos para estudiar eficazmente según el Método Pascal son:
- Prelectura
- Lectura comprensiva
- Análisis. Ésta es la fase en la que entra el subrayado. Debemos buscar palabras clave, ideas principales/secundarias y encontrar elementos que nos ayuden a priorizar y jerarquizar la información que estamos recibiendo.
- Síntesis. Una vez hecho el análisis, deberíamos intentar sintetizarlo en un resumen, esquema, mapa mental... No hay una única opción, pues cada persona debe elegir la estructura más adecuada para sí mismo.
- Memorización. Previamente ya estamos memorizando, pero es en esta fase cuando debemos aplicar las técnicas propias de memorización, la llamada “mnemotecnia”.
- Los repasos. Cuando estudias, y lo dejas apartado, puedes olvidar en un mes hasta el 80% de lo memorizado. El Método Pascal recomienda repasos secuenciados para mejorar la retención y llegar mucho más tranquilos al temido examen.
- Evaluación. Son muy importantes tanto la heteroevaluación (la llevada a cabo por el profesor o por el tribunal) como la autoevaluación, pues nos hace conscientes del porqué de los resultados.
A pesar de que pueda parecer una lista demasiado larga, todos estos pasos son interiorizados por el estudiante en pocas semanas y realizados a posteriori de forma prácticamente automática, sin saltarse ninguno de ellos y consiguiendo que el aprendizaje y el recuerdo sea duradero. Y es que memorizar sin técnica es pesado y aburrido, pero con la combinación de memoria e imaginación que propone este método puede convertirse en un acto mucho más eficaz y divertido.
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